lunes, octubre 23, 2006

Un fuerte abrazo a Elizabeth Alcalá Esqueda que manda lo siguiente a ciudadpeje.

El silencio de los ¿inocentes?
(para ti que prefieres no ver)

Elizabeth Alcalá Esqueda

La falacia de que el pueblo es un ente unitario, neutro y siempre deseoso de la igualdad y bienestar colectiva es lo que el gobierno federal y los estatales en su conjunto han explotado a favor de sus acciones y en contra del término democracia que tanto insisten en apropiarse, no así de ejercer.
Existe un grupo de mexicanos que se sienten “más allá del bien y del mal” que prefieren dar la espalda a las quejas, críticas y denuncias de otro grupo de mexicanos que nos sentimos engañados, pisoteados y, más aún, cada día más excluidos por el sistema gubernamental y demás instituciones, a las cuales también contribuimos a mantener pagando salarios exhorbitante para que, y a fin de no perderlos, encima paguen del erario público a los soldados, policías, medios y grupos de choques para reprimirnos y, fundamentelmente, eliminarnos.
Resulta que para estos pacíficos ciudadanos les produce más miedo nuestro movimiento de resistencia civil pacífica (RCP) que toda la violencia desatada por los narcos; el creciente número de niños y jóvenes atrapados por las drogras y el alcohol; la evidencia de redes de pederastas cuyos miembros pertenecen a la clase empresarial y eclesiástica o la propia ingobernabilidad en Oaxaca debido a que el gobernador ha decido no renunciar y el gobierno federal, por sus compromisos preelectorales, no puede presionar a que lo haga; o el desempleo, los salarios de miseria, la falta de Seguridad social, la desaparición de pensiones; el salario mínimo indigno; la corrupción en los sindicatos de PEMEX y SEP, etc.
No señor, nada de eso es realmente “un peligro para México”. El peligro es y seguirá siendo mientras no lo destruyan el “mesiánico, loco, esquizofrénico Andrés Manuel López Obrador y la bola de renegados que debían ponerse mejor a trabajar”. ¿Perdón?
Yo trabajo desde los 19 años, ahora tengo 51 y lo sigo haciendo, por tanto eso de que mejor me ponga a trabajar debía pensarse antes de decirlo. Es decir, quisiera ver en qué trabajan ellos y cuánto ganan y, de ser posible, saber cómo algunos se han hecho ricos de la noche a la mañana, o los juniorcitos que disfrutan de las riquezas de sus padres, bien o mal habidas, sin haber dado un palo al agua en su vida.
He preguntado y preguntado sobre qué deben (o quieren) ver estos mexicanos “que desean la Paz” para aceptar que hubo fraude y no me contestan. Cuál prueba necesitan para ACEPTAR el fraude electoral. Inmediatamente, y como si fuera parte de “un método rápido de escapar cuando no sepas qué decir”, empiezan nuevamente con que si Amlo esto y que si Amlo aquello: que si endeudó al DF (cosa que ya se ha comprobado que no fue verdad); que si es un dictador (no sé qué entiendan como dictador porque hasta ahora sólo el PRI ha actuado como tal; que si miente porque no acepta lo que dijo de respetar las decisiones del tribunal (o sea, debe aceptar las irregularidades, las violaciones y el fraude para que entonces no “mienta”); que si es muy grosero y muchos etc, etc, etc.
O sea, uno les pregunta por la hora y nos contestan que el viernes van a ir a un baile. ¿Los comprende usted? Yo no.
Pero, ¿son inocentes o se hacen los inocentes? Yo me estoy convenciendo día a día que de inocencia na de na. Simplemente algunos prefieren quedarse calladitos porque viven la vida en el límite del sentido común. Me explico. Acostumbran a vivir simplemente para el “hoy y aquí”. Mientras hoy tenga frijoles y pueda pagar la luz para ver la tele es suficiente (claro, estoy exagerando... y no tanto). Me recuerdan al chiste ese de Bartolo que me contaba mi reflexivo padre: “Levántate ya Bartolo que vamos a ver a Dios... “. Era tal su flojera que hasta ir a ver a Dios le pesaba...
Los hay que apoyan no a Calderón, sino el movimiento en contra de AMLO porque su triunfo significaría que la cultura del enchufe, el cuatachismo, la mordida, el hacerse el loco, sacar la documentación por influencias... se les iba a acabar. En este grupo están aquellos que piensan que están bien, que viven bien, pero nunca ver hacia el futuro propio, ni mucho menos de las nuevas generaciones. Les molesta mucho lo que nosotros les decimos, pero prefieren insultarnos, en lugar de reflexionar en nuestras palabras. Creen que estamos en su contra, en lugar de darse cuenta que luchamos para que no sigan (ni sigamos) viviendo de rodillas ni como sirvientes de nadie.
Un tercer grupo es aquél que tiene posibilidades económicas pero no tantas como para sostener al país. Es el empresario medio, o el funcionario medio de cualquier institución, pública o privada. También se sienten atemorizados porque creen que van a perder su estatus... ¡Oh, la ignorancia, la ignorancia! Nunca es buena consejera cuando existe la respuesta.
Ellos además, temen que de pronto la señora que hace la limpieza empiece a vivir más cercana a las propias costumbres patronales. O sea, que aquí hay dos miedos: perder el estatus económico y “la clase”. Veeess???
Y bueno, el cuarto grupo, ese sí es el del poder. El Yunque, Slim, las televisoras, el Consejo Coordinador Empresarial, las cúpulas del PRI-AN, el clero. Ellos sí que serían los más afectados porque sus privilegios millonarios se acabarían, por eso hicieron y seguirán haciendo hasta lo imposible por exterminarnos.
Pero los mexicanos que los apoyan no nos tan inocentes porque un día y otro aparecen evidencias, declaraciones, análisis, etc., demotrando las pruebas del fraude y NO HACEN NADA, SI SIQUIERA ANALIZARLAS, pero si aún tiene dudas, ahí le van algunas:

Dr. Raúl Carrancá habla del Fallo del Tribunal Electoral.




Dr. Jaime Cárdenas



Dr. Jaime Jalife.





ANALISIS DE LA SITUACIÓN EN MEXICO



CONFESIÓN DE MANUEL ESPINO (PAN) EN GRUPO MONITOR
(Buscar la nota en cualquier periódico)

SI QUIEREN LES MANDO MÁS. Espero que precisamente por la PAZ y el bienestar de todos los mexicanos se informe bien y sobre todo sean criticos y más sensibles a la crítica y la inconformidad de millones de mexicanos que también trabajamos para México.