domingo, septiembre 10, 2006

Biografia Ghandi. 2da PARTE.

Movimiento de derechos civiles en Sudáfrica (1893-1914).

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En este punto en su vida Gandhi era una persona de carácter moderado, tímido y políticamente indiferente. Leyó por primera vez un periódico a la edad de 18 años y al hablar en un tribunal padecía de un gran miedo escénico. Sudáfrica lo cambió radicalmente cuando vivió la humillación y la opresión a la que estaban sujetos los indios en aquella región. Un día en un tribunal de Durban, un magistrado inglés le pidió que se quitara el turbante que llevaba puesto, a lo cual Gandhi se negó, saliendo impetuosamente de la corte.
Sin embargo, el incidente que serviría como un catalizador de su activismo político ocurrió varios años después, cuando viajando a Pretoria fue sacado forzosamente del tren en donde viajaba en la estación de Pietermaritzburg, cuando se negó a mudarse de la primera clase donde viajaba a la tercera clase, la cual se destinaba a la gente de color. Más tarde, viajando en una diligencia, fue golpeado por el conductor cuando se negó a ceder su asiento a un pasajero de piel blanca. Adicionalmente en este viaje sufrió otras humillaciones al no darle alojamiento en varios hoteles debido a su raza. Esta experiencia le puso mucho más en contacto con los problemas que sufrían cotidianamente la gente de color en Sudáfrica. Fue precisamente en este país, después de haber sufrido el racismo, prejuicio e injusticia que comenzó a cuestionar el estado de sus coterráneos y el suyo mismo en la sociedad.

Cuando se venció su contrato, se preparó a regresar a la India. En la fiesta de despedida en su honor en Durban, ojeando un periódico se informó que se estaba elaborando una ley en la Asamblea Legislativa de Natal, la cual negaría el voto a los indios. Postpuso su regreso a la India y se dio a la tarea de elaborar diversas peticiones, tanto a la asamblea de Natal como al gobierno británico tratando de evitar que dicha ley fuese sancionada. Si bien no logró su objetivo, ya que la ley fue promulgada, logró, sin embargo, llamar la atención sobre los problemas de discriminación racial contra los indios en Sudáfrica.

Decidió extender su estancia en este país fundando el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894. A través de esta organización pudo unir a la comunidad india en Sudáfrica en una fuerza política heterogénea, inundando a la prensa y al gobierno con denuncias de violación de los derechos civiles de los indios y evidencias de las discriminación de los británicos en Sudáfrica. Gandhi regresó brevemente a la India para traer a su esposa e hijos a Sudáfrica. A su regreso, en enero de 1897, un grupo de hombres blancos lo atacó y trataron de lincharlo. Como clara indicación de los valores que mantendría por toda su vida, rehusó denunciar ante la justicia a sus atacantes, indicando que era uno de sus principios el no buscar ser resarcido en los tribunales por los daños perpetrados sobre su persona.

Al principio de la guerra de Sudáfrica, Gandhi consideró que los indios debían participar en dicha guerra si aspiraban legitimarse como ciudadanos con plenos derechos. De esta forma es que organizó cuerpos de voluntarios no combatientes que asistieron a los británicos. Al terminar la guerra, sin embargo, la situación de los indios no mejoró, de hecho continuó deteriorándose.
En 1906, el gobierno de Transvaal emitió una ley que obligaba a todos los indios a registrarse. Esto ocasionó una protesta masiva en Johannesburgo donde por primera vez Gandhi adoptó la plataforma llamada satyagraha (‘apego o devoción a la verdad’) que consistía en una protesta no violenta.

Gandhi insistió en que los indios desafiaran abiertamente, pero sin violencia, la ley promulgada, sufriendo el castigo que el gobierno quisiera imponer. Este desafío duró siete años en los cuales miles de indios fueron encarcelados (incluyendo a Gandhi en varias ocasiones), azotados e inclusive fusilados por protestar, rehusar registrarse, quemar sus tarjetas de registro y cualquier otra forma de protesta no violenta. Si bien el gobierno logró reprimir la protesta de los indios, la denuncia en el exterior de los métodos extremos utilizados por el gobierno de Sudáfrica finalmente obligó al general sudafricano Jan Christian Smut a negociar una solución con Gandhi.