Necaxa, una historia de lucha (Tercera y última parte)
Son cuatro los campamentos que los trabajadores de la división Necaxa han montado para vigilar del saqueo y la mala operación de parte de los ingenieros de CFE, las instalaciones de la Hidroeléctrica Necaxa.
A fin de evitar el desgaste, las guardias se encuentran organizadas de la misma manera que los turnos de labor, por lo que también optaron por respetar la organización seccional. De esta manera se tiene una guardia permanente con elementos frescos, además de que se hallan reforzados con la presencia de sus esposas, hijas, hermanas y novias que cual adelitas preparan la comida en los campamentos.
También los jubilados de LFC, ayudan a reforzar la vigilancia, además de que han tenido que asumir el papel de jefes de familia nuevamente, ya que son los únicos que perciben un ingreso seguro, y son por lo tanto, el sostén económico que junto con la ayuda en especie y en dinero de otras organizaciones mantiene viva la resistencia y la economía de Nuevo Necaxa.
La vigilancia de las instalaciones surgió a raíz del saqueo que la Policía Federal y los trabajadores de CFE han hecho de los objetos personales que los trabajadores smeitas dejaron en sus centros de trabajo, sin embargo, también han servido para monitorear y llevar un registro de las pésimas maniobras que el personal de CFE está haciendo, como es provocar cortos circuitos, fundir transformadores, y claro, los accidentes que por la falta de conocimiento de las instalaciones han cobrado la vida de los empleados de CFE.
Asimismo, se han organizado rondines en los caminos rurales aledaños a la hidroeléctrica, ya que se debió a las guardias del SME en los caminos principales, el personal de CFE ha tratado de ingresar a través de veredas en la sierra, aun cuando corren el riesgo de perderse o perecer por una mordida de serpiente. Sin embargo, también la Policía Federal ha reforzado la vigilancia para tratar de seguir metiendo personal de CFE a las instalaciones.
Al menos hasta ahorita, los smeitas no han sido agredidos por los federales, ni siquiera han sufrido el acoso de ser fotografiados como normalmente sucede con otros campamentos, incluidos los de la Ciudad de México. Tal vez esta situación se debe a que los trabajadores de Nuevo Necaxa están dispuestos a llegar incluso a defender con su propia vida las instalaciones de la hidroeléctrica, además no están solos en esta determinación, ya que cuentan con el apoyo de sus familias y vecinos tanto de Nuevo Necaxa como de comunidades aledañas de Puebla e Hidalgo.
Ejemplo de lo anterior ocurrió el pasado 5 de noviembre, cuando la Policía Federal intentó reprimir a los smeitas y a integrantes del magisterio adherente a la APPO en el puente de Nuevo Necaxa. Los trabajadores se encontraban en guardia formando vallas humanas en dos hileras, para hacer frente a los federales que garrote en mano avanzaban hacia ellos, de pronto alguien aventó cuetes hacia el firmamento con lo que alertó a la población de Nuevo Necaxa, quienes tañeron las campanas de la iglesia para completar la alerta, y en unos cuantos minutos una gran masa humana bajaba hacia el puente para respaldarlos. La sorpresa para los Policías fue cuando se dieron cuenta que detrás de ellos los campesinos de Necaxaltpetl bajaban del cerro con machetes y garrotes, los federales estaban rodeados.
A estas acciones se sumaron los transportistas quienes de manera espontánea hicieron la finta de embestir con sus trailers a los federales, al tiempo que cerraban el camino con sus vehículos y alentaban a los smeitas con las bocinas.
Ante este escenario, el comandante de la Policía Federal aceptó la solicitud de diálogo que a nombre de los smeitas hiciera la Maestra Minerva, una mujer de aproximadamente 60 años de edad, luchadora social consumada y militante del Partido del Trabajo. De esta forma se pudo evitar el enfrentamiento y el muy probable derramamiento de sangre, pero ¿hasta cuándo?
Otro caso donde los smeitas mostraron de que están hechos, fue cuando a finales de noviembre pasado, la gente del traidor Alejandro Muñoz trató de llevar a cabo una asamblea en Nuevo Necaxa, para convencer a los trabajadores de que se debían jubilar, sin embargo, tan pronto bajaron de sus vehículos, una lluvia de huevos cayó sobre ellos.
Los smeitas de Necaxa se mantienen firmes en su decisión de resistir hasta lo último el ataque contra su fuente de trabajo. La visita de su Secretario General, Martín Esparza, les ha dado ánimos así como el saber que cuentan con el apoyo de otras organizaciones como la CNTE, y los Círculos de Estudio y la Brigada 21 del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía.
L.D. Jesús A. Palma M.
Ciudad de México, sede del Gobierno Legítimo de México a 8 de diciembre de 2009.
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