Iztapalapa entre la transición y la barbarie
Los Antecedentes
La nota que ha marcado a la izquierda electoral desde el pasado 27 de noviembre ha sido la disputa por la Jefatura Delegacional en Iztapalapa. Los medios de comunicación de la derecha no cesan en usar está nota para atacar al Movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sin embargo no hacen tanto énfasis en la mano blanquiazul que mece la cuna, aun cuando ya es evidente la intervención del PAN, al momento en que Rafael Acosta alias “Juanito” nombra a una panista como Directora General de Jurídico y Gobierno.
Ningún medio se ha ocupado de recordar la historia completa de Iztapalapa, omiten la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para evitar que Clara Brugada gobernara Iztapalapa, omiten que durante 10 años esta Delegación estuvo bajo el yugo de la mafia de Nahum Círigo alias René Arce, antiguo guerrillero venido a colaborador de la Secretaría de Gobernación en los tiempos de Fernando Gutiérrez Barrios, de acuerdo a una investigación de Anabel Hernández para Reporte Índigo, misma que nunca ha sido desmentida por Nahum Círigo.
Por lo anterior, resulta lamentable que se pierda la oportunidad de rescatar a Iztapalapa de un gobierno mafioso y que se pueda llevar a cabo una transición democrática en la delegación más grande de la Capital Mexicana.
Los Culpables
Este es acaso el tema más controversial del momento, para unos el culpable es “Juanito” quien no cumplió su palabra de renunciar a la jefatura delegacional, dejándose seducir por el canto de las sirenas del PRI – AN, para otros es Clara Brugada, el PRD, el PT e incluso el Presidente Legítimo de México, quienes no respetan la voluntad popular que eligió a “Juanito”. Nadie menciona al otro alias: René Arce.
Entrando al fondo del asunto, en opinión del que escribe este artículo, hay varios culpables, cada uno en distinto momento voluntaria o involuntariamente hizo o dejó de hacer algo que ha derivado en la ingobernabilidad de Iztapalapa:
En el caso de René Arce, es clara su participación para obstaculizar la candidatura de Clara Brugada para Jefa Delegacional, guerra que comenzó desde las elecciones internas del PRD, y que culminó con el fallo presumiblemente negociado con el Tribunal Electoral Federal.
Por lo que respecta a Rafael Acosta, “Juanito”, en efecto es culpable de faltar a su palabra, no puede alegar ignorancia de las circunstancias en que recibió el apoyo de la estructura electoral del PRD y de Clara Brugada, así como del Presidente Legítimo, fue público su compromiso, como pública ha su sido traición. Actuó dolosamente, hizo uso del apoyo brindado para luego fingir demencia y decir que ganó por él, los ciudadanos votaron por Rafael Acosta sí, pero pensando en Clara Brugada.
Clara Brugada y el PRD también tienen su parte de culpa, no porque se nieguen a respetar la voluntad popular como dicen los pregoneros de la derecha, sino porque pecaron de soberbia dos veces, primero cuando al definir las candidaturas no buscaron la unidad con el PT y Convergencia, desoyendo lo que públicamente siempre ha dicho el Presidente Legítimo tanto para Iztapalapa como para el resto del país: la unidad del FAP en las elecciones. Esto habría blindado a Clara Brugada ante el fallo del tribunal, pues habría seguido participando como candidata bajo los otros dos partidos. La segunda ocasión en que pecaron de soberbia, es precisamente al confiar en la palabra de Rafael Acosta “Juanito”, una persona ignorante, evidentemente ególatra y mitómano (ahí tienen su escena de cama con Lyn May, por ejemplo).
Por último, tenemos a los brazos electorales de la oligarquía, el PRI y el PAN, quienes cual carroñeros han aprovechado la oportunidad de sacar raja de las pugnas de la izquierda electoral, logrando frenar la transición democrática en la demarcación más poblada de la Ciudad de México, debilitando la credibilidad en los partidos de izquierda en su principal bastión, y cuyas consecuencias se verán claramente en el 2012, ya que en el peor de los escenarios la población de Iztapalapa se volcaría a votar por la derecha o bien, en el mejor de los casos caería en el desencanto y el abstencionismo.
La Esperanza
En efecto hay una luz al final del túnel, y para fortuna de Iztapalapa está no se encuentra en manos de los políticos, sino de la ciudadanía. La única manera de que Iztapalapa avance es continuar con la labor de conciencia entre los propios iztapalapenses, los activistas del Movimiento por la Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía no deben vacilar en reconocer y criticar los errores de sus dirigentes, deben encarar al pueblo de Iztapalapa y hacerles ver que esto es muestra de que el cambio sólo se va a dar de abajo hacia arriba, y para ello se requiere organización y concientización, y agregaría, ciudadanización, para que los iztapalapenses nunca más permanezcan callados mientras los políticos se pelean por los cargos públicos como carroñeros, sino que hagan valer su voz y su voto, que se asuman soberanos y forcen a los políticos a comportarse de manera decorosa.
L.D. Jesús A. Palma M.
Ciudad de México, Sede del Gobierno Legítimo de México, a 2 de diciembre de 2009.
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