Ladillas - El Amparo a Maciel
Ladillas
El Amparo a Maciel
Por el Lic. Mefistofeles Satanas
Y allá en lago de mierda
Macielillo llora su pena
Cumpliendo eterna condena
Pues él violo el muy guey
Los jueces lo condenaron
Sin comprender que Macielillo
Era lujurio y malillo
Jarioso como un buey.
Doña Cholita me interrumpió cuando surfeaba bajando fotos cachondas. “Licenciado, don Diego Fernández de Cebollas está aquí en la antesala.”
“¿Qué tanto tiene esperando?”
“Unas dos horas, licenciado.”
“Pinche barbón, dile que estoy en junta y que regrese mañana.”
“Ya le dije, licenciado, pero insiste en que tiene que verlo, quesque es urgente.”
“Bueno, pásalo a mi despacho en una hora.” Al barbón me gusta hacerlo esperar. Debido al caloron de Infiernotitlan, el barbon acaba todo sudado y arruina los trajes de Saville Row que siempre porta. Me avoqué a seguir bajando fotos para la colección. Eventualmente se presentó el barbón ante mi.
“Dígame para que soy bueno, don Diego.”
“Licenciado, se acordara usted que el Yunque me designó defensor del alma del pagrecito Maciel.”
“Pos si, pero eso ya es cosa juzgada. El tribunal colegiado de Infiernotitlan le impuso a su alma condena de treinta eternidades en el lago de mierda Reyes Herodes. El fallo es inapelable. Ni modo, chato, la evidencia era irrefutable. Ese viejo cochino se merece eso y mas.”
“El caso, licenciado, es que quiero presentar un amparo pues hay nuevas evidencias que no se conocían al momento de sentenciarlo.”
“¿Ah si? ¿Ya salieron mas seminaristas acusándolo?”
“No, licenciado. ¿Puedo confiar en que usted es un caballero?”
“Of course.”
“Bien, quiero presentar ante los jueces el hecho de que el pagrecito Maciel en vida hizo muchas buenas obras.”
“Pos ese fue uno de tantos argumentos del fiscal, el licenciado Seboruco, que lo que hizo Maciel parecía bueno pero en el fondo era una cochinada. Mire las escuelas de los legionarios, donde apendejan y violan a los chamacos.”
“No quiero discutir las acusaciones que tan a la ligera hizo Seboruco. No, yo me refiero al hecho de que el pagrecito Maciel fundó el Mierdotón.”
“¡Juar juar!”
“No le encuentro gracia al hecho, don Menfis.”
“Es que apenas ayer aquí estuvo Seboruco, don Diego. El fiscal quería promover un nuevo juicio para que le incrementaran la sentencia al alma de Maciel.”
“¡Eso seria una injusticia, don Menfis!”
“A lo menos, lo que Seboruco quiere es que le den mas tehuacanazos que los que ahora recibe. ¿Pero sabe usted lo que Seboruco quería usar de argumento para joder mas al alma de Maciel?”
“No tengo la menor idea. El pagrecito era un santo en vida.”
“Pos Seboruco lo quiere joder mas precisamente por ser el autor del Mierdotón. Tanto usted como Seboruco quiere presentar la misma evidencia ante el tribunal colegiado. Yo le dije que lo pensaría.”
“¿Y si ambos, fiscal y defensa, quieren presentar la misma evidencia, tendría usted algún problema en permitirlo?”
“Pos la posición de INFERMEX es muy clara, don Diego. Nosotros estamos al servicio del tribunal colegiado y aplicamos las sentencias que ellos dicten.”
“Por favor, licenciado, entre gitanos no se vale. Todo mundo sabe que usted es el que mangonea el tribunal. ¿Dejara que introduzca esta evidencia?”
“Si, con la condición que haga lo mismo el fiscal Seboruco.”
Ya que se fue el barbón llamé al juez Cazuela del tribunal colegiado. “Compadre, escucha, te va a caer una bronquita. Dale entrada a la evidencia que presentara la Coyota y Seboruco. Es sobre Maciel.”
“Jijos, compadre, yo pensaba que ese arroz ya se había cocido. Ya oste lo tiene en el lago de mierda.”
“Los fachos están tercos en tratar de sacarlo del lago de mierda. Mire, compadre, usted déle largas al asunto.”
“¿Qué tantas eternidades, don Menfis?”
“Una o dos. Es cuestión de ver con que se mocha el Yunque para ‘agilizar’ los tramites.”
“¿A poco va a dejar salir al viejillo, don Menfis?”
“¡Ni madres! Yo no quiero que ese cabrón salga del lago. Si se junta con el resto de los pecadores me los va a malear.”
Acto seguido llame a la chamuca encargada del lago de mierda. He encontrado que las mujeres son por lo general mas crueles y son mejores para torturar fachos. “Oye, Burundanga, ¿el flujo de mierda sigue?”
“Pos el flujo se atenuó, licenciado, ya vide que Marcelo cortó el agua del DF. Ya vide que la mierda nos cae a través del drenaje profundo. Pero, si, nos sigue cayendo mierda.”
“Escucha, quiero que muevas a Maciel.”
“Oste dirá para donde, licenciado. Orita lo tengo con el camotito. El pagrecito gusta de sobarle las nalgas al gachupin y juegan a que esconden la salchicha entre los mojones.”
“Ah, bola de degenerados. Mira, muevelos directamente a la entrada de la tubería que alimenta al lago, la que lo conecta al drenaje profundo. Que les caiga la mierda más fresquecita y olorosa. A ver si ansina dejan de hacer cochinadas.”
Así pues, renegados del DF, enjoy (disfruten): cada vez que le jalen al excusado le cae un baño de mierda fresquecita al pagrecito y al camotito. El alma del pagrecito seguirá ahí hasta que el tribunal colegiado decida si procede o no el amparo de la coyota. Y el camotito seguirá ahí mientras lo extraditan al infierno gachupin. En ambos casos pasaran varias eternidades antes de que se resuelvan esos asuntos. Ya viden como son de loentos los juzgados mexicanos y el de Infiernotitlan es aun peor.
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