* Discurso del presidente legitimo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante el mitin del Movimiento nacional en defensa de la economía popular, frente a las oficinas de la Secretaría de Hacienda
Amigas y amigos.
Me da mucho gusto estar de nuevo en esta asamblea, encontrarnos otra vez, de acuerdo a lo que se decidió en la anterior asamblea en el Zócalo.
Muchas gracias por su asistencia, por su participación.
Tenemos que recordar siempre que nuestro movimiento tiene dos objetivos: Defender al pueblo y defender el patrimonio nacional y, al mismo tiempo, trabajar en la organización para la transformación de nuestro país.
Yo le informo que en este segundo objetivo de ir trabajando en la organización del pueblo, para renovar la vida pública, desde hace dos años, desde enero del 2007, estoy recorriendo todos los municipios del país. Trabajo en la ciudad de lunes a miércoles y de jueves a domingo los dedico a recorrer los municipios del país.
Les informo que ya llevo más de mil 900 municipios visitados, ya nada más nos faltan 110 municipios de régimen de partidos. Vamos a terminar de recorrer los dos mil 38 municipios del país de régimen de partidos a principios de marzo.
Nos van a quedar pendientes, y los vamos a recorrer este año, los más de 400 municipios indígenas, de usos y costumbres, del estado de Oaxaca, los vamos a recorrer todos.
En cada municipio se hacen asambleas informativas y podemos ir hasta el municipio más apartado, como ahora que fuimos a la sierra de Sonora, limítrofe con Chihuahua y allá hay ciudadanos, mujeres y hombres, informados e interesados, conscientes y dispuestos a participar en el movimiento de transformación.
En esas asambleas se le convoca a los que participan a que se apunten como representantes del Gobierno Legítimo de México. Ya hay dos millones 200 mil representantes del Gobierno Legítimo de México.
Tenemos una representación territorial en todos los municipios del país. Este es el trabajo que se ha venido haciendo de organización, que es fundamental. No se puede, como lo hemos dicho en otras ocasiones, enfrentar a una mafia que detenta el poder, si el pueblo no está organizado.
Por eso, tenemos que seguir adelante, en las dos vertientes. En el movimiento para la defensa del pueblo y del patrimonio nacional y la organización para la transformación del país.
Porque si hacemos una sola cosa, si nos dedicamos a cumplir solo un objetivo, si nada más nos dedicamos, como lo hacemos, a defender al pueblo y a defender le patrimonio nacional y no trabajamos en la organización para transformar la vida pública del país, pues no vamos a lograr la renovación que se necesita, porque no olvidemos que hemos escogido para transformar a México la vía pacífica, la vía electoral y eso requiere de mucha organización.
Lo mismo, si nos dedicamos nada más a organizar para la transformación y dejamos sin protección al pueblo y no defendemos el patrimonio nacional, cuando se den los cambios que se tienen que dar, porque más temprano que tarde va a triunfar este movimiento, cuando haya un verdadero gobierno del pueblo, ya no vamos a tener de qué echar mano, porque éstos son muy voraces y están decididos a seguirse quedando con los bienes de la nación, con los bienes del pueblo, aunque arruinen a nuestro país.
Por eso es muy importante tener claro hacia dónde vamos, entre todos fijamos éstos objetivos, yo les diría que vamos bien, logrando poco a poco que se vaya consolidando nuestro movimiento.
El día de hoy, ustedes escucharon a los compañeros que tuvieron la responsabilidad, el encargo, de hablar sobre los asuntos fundamentales de esta asamblea.
La verdad que los tres que tomaron la palabra, Mario, el compañero Almazán y el licenciado Muñoz Ledo, lo hicieron de manera excelente, con mucha claridad.
Esto me ayuda a mí, porque ya no tengo que profundizar en cosas que los tres compañeros han dejado en claro.
Yo sólo les informo que hoy envié una carta a los congresistas, a los legisladores, tanto a diputados federales, como a senadores. Una carta que les quiero leer y luego les quiero hacer una propuesta.
La carta dice así:
Señoras y señores legisladores:
Desde hace tiempo, hemos venido insistiendo en que se tomen medidas de fondo, no demagógicas, para reorientar el presupuesto público y proteger al pueblo ante el agravamiento de la crisis económica.
Como es sabido, el presidente espurio no ha hecho realmente nada importante para frenar el desempleo, la carestía, el empobrecimiento del pueblo, la inseguridad y la violencia.
Ustedes también ignoraron la propuesta que les hicimos el 28 de septiembre de 2008, desde el Zócalo de la Ciudad de México, en el sentido de que el Congreso convocara a la celebración de un acuerdo entre todas las fuerzas políticas y sectores económicos y sociales del país para llevar a cabo un plan anticrisis.
Asimismo, no tomaron en cuenta el Programa para la Defensa de la Economía Popular que les propusimos el 4 de noviembre, cuando estaba por aprobarse la Ley de Ingresos y el Presupuesto de 2009.
Por esta razón y dada la gravedad del asunto, de nueva cuenta les volvemos a insistir en que se deben tomar medidas urgentes para cambiar la política económica, empezando por reorientar el gasto público y destinar fondos al desarrollo económico y social del país.
En primer término, les recordamos que en las últimas dos administraciones (de 2001 a 2008), el gasto público corriente ha crecido en términos reales, 72 por ciento, muy por encima del crecimiento de la economía (20.9 %), y del crecimiento del gasto total (64 %).
Tan sólo entre 2006 y 2008, el gasto corriente del sector público se incrementó en 437 mil millones de pesos, al pasar de un billón 321 mil millones a un billón 758 mil millones. Dicho de otra manera: si durante este periodo, el gasto corriente sólo hubiese aumentado en la misma proporción a la economía del país, hoy habrían 233 mil millones de pesos disponibles.
Como ustedes bien saben, una importante cantidad de este gasto corriente se destina a mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos de los tres poderes de gobierno.
Hay quienes ganan, en términos reales, hasta 600 mil pesos mensuales y tienen servicios médicos privados, fondos de ahorro especial, bonos discrecionales y otras prebendas. Además, mucho dinero del presupuesto se destina a proteger a banqueros y a grandes empresarios, se derrocha y se va por el caño de la corrupción.
Por eso, insistimos en nuestro planteamiento de reducir, de inmediato, el gasto corriente y destinar estos fondos aminorar los efectos de la crisis económica que nos afecta desde el año pasado.
De otra manera, México no podrá enfrentar el aumento del desempleo, la pérdida de ingreso disponible de la gente, la caída del consumo de alimentos y bienes necesarios y la falta de recursos y oportunidades para trabajadores y empresas.
De manera específica, el ahorro de 200 mil millones de pesos que proponemos, se puede lograr reduciendo a la mitad los sueldos, desde el presidente espurio hasta los directores generales y adjuntos del Poder Ejecutivo Federal; las percepciones, también a la mitad, de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; de los consejeros del IFE y magistrados del Tribunal Electoral; de diputados federales y senadores; suprimir las partidas de fondo de ahorro especial y de gastos médicos para atención en hospitales privados de la alta burocracia; cancelar las pensiones millonarias a los expresidentes de México; eliminar la entrega de bonos discrecionales, la compra de vehículos para altos funcionarios, los gastos de representación, viáticos, la remodelación de oficinas, la renta de oficinas alternas, los boletos en primera clase y gastos de vestuario; reduciendo drásticamente las partidas de publicidad, servicios telefónicos, celulares, fotocopiado y papelería, alimentación de funcionarios, servicios de asesoría, donativos, combustibles, arrendamiento de inmuebles, fideicomisos, entre otras partidas.
Todo ello, acompañado de la disminución de estructuras burocráticas para bajar los gastos de administración.
A partir de la aplicación de un plan de austeridad republicana y ahorrando en una primera etapa 200 mil millones de pesos, se pueden tomar las siguientes medidas:
1. Apoyos al campo para la producción de alimentos
En el presupuesto del 2009 se contemplan 16 mil 800 millones de pesos para el Procampo. Este monto no es suficiente para apoyar la producción de alimentos, además, los recursos están llegando tarde, cuando ya se realizó la siembra, obligando a los productores a tomar crédito de los proveedores de insumos, como semillas y fertilizantes, por los que llegan a pagar hasta el 30 por ciento de lo que reciben del programa.
Con frecuencia también tienen que pagar al personal de la ventanilla para que les liberen los fondos, dando hasta 500 pesos por un cheque de 3 mil 300 pesos.
Es indispensable hacer a un lado la absurda política de comprar los alimentos afuera, cuando podemos producir en el país lo que consumimos, generando empleos y atemperando el fenómeno migratorio.
Nuestra propuesta es comenzar con apoyos adicionales por 20 mil millones de pesos para los productores y la exigencia de que el gobierno espurio libere los recursos con prontitud.
2. Impulsar el crédito a la pequeña y mediana empresa
Se requieren cuando menos 40 mil millones de pesos para la banca de desarrollo con el objeto de garantizar créditos a las pequeñas y medianas empresas. Cabe aclarar que el fondo de 50 mil millones de pesos que está ejerciendo el gobierno espurio, supuestamente para este propósito, se está dedicando realmente a apoyar a las grandes empresas en sus emisiones de papel comercial, como Cemex, Coppel, Soriana y Comercial Mexicana.
De ahí la necesidad de tener una partida destinada a las empresas medianas y pequeñas.
3. Reducir los precios de la electricidad, la gasolina, el gas y el diesel en beneficio de consumidores y empresas
Nuestra propuesta contempla disminuir las tarifas de los consumidores de energía eléctrica, con un costo de 15 mil millones de pesos.
Asimismo, para la reducción de precios de gasolina y gas en 10 por ciento, y de diesel en 15 por ciento, se requieren 35 mil millones de pesos.
Debe entenderse que abaratar estos energéticos tiene dos efectos positivos. Uno es el aumento real en el ingreso de la gente y otro es la reducción de la inflación, lo que daría pie a bajar las tasas de interés de su nivel actual, reduciendo con ello costos de crédito para el consumidor y para toda la economía.
4. Más presupuesto para salud, alimentos, becas a estudiantes y apoyo a desempleados
Es urgente destinar recursos para adultos mayores, más recursos para adultos mayores, para madres solteras, para personas con discapacidad, para comedores populares, becas para estudiantes de escuelas públicas, atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuentan con seguridad social.
Lo hemos dicho en otras ocasiones y lo repetimos ahora, hay dos derechos humanos fundamentales: el derecho a la alimentación y el derecho a la salud y es obligación del Estados garantizarlos.
5. Derogar el IETU
No hay mejor manera de apoyar a las empresas y dar un alivio a la carga fiscal de los trabajadores que eliminar este impuesto injusto que causa gravámenes superiores a la capacidad de pago de los contribuyentes, al no permitirles la deducción de la nómina, las pérdidas cambiarias o el pago de intereses por la deuda.
Para los trabajadores ha representado un aumento de la carga fiscal que les es retenida y que golpea sobre todo a la clase media. Esta acción tendría un costo de 50 mil millones de pesos, según las estimaciones de recaudación de la Secretaría de Hacienda. El año pasado recaudaron por este impuesto 46 mil millones de pesos.
En suma, el costo estimado de los programas de emergencia económica y social, que proponemos, en una primera etapa, para enfrentar la crisis es el siguiente:
PROGRAMA MONTO (mdp)
Apoyo a productores de alimentos 20,000 Crédito a empresas pequeñas y medianas 40,000 Reducción de electricidad, gasolina, gas y diesel 45,000 Bienestar social 45,000 Derogación del IETU 50,000 TOTAL 200,000 Esta cantidad sale del ahorro al reducir el gasto corriente del gobierno.
Adicionalmente, es urgente que el Congreso tome la decisión de proteger los fondos de pensiones de los trabajadores, cuya pérdida asciende a 60 mil millones de pesos, mientras las administradoras financieras privadas han obtenido utilidades de 11 mil millones de pesos.
Esto es lo que estamos proponiendo.
Termina la carta así:
Señoras y señores legisladores:
Es el momento de cambiar, en definitiva, la política económica que sólo atiende a los privilegiados de siempre y ha llevado a la bancarrota al país.
También les recomendamos, por el bien de México, que construyan acuerdos en el Poder Legislativo, no sólo para reorientar el presupuesto sino para solicitar la remoción del actual secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien ha demostrado su incapacidad para enfrentar los retos que exige la actual crisis económica.
Téngase en cuenta que este funcionario sólo sabe aplicar fórmulas simplistas de un modelo que ha hundido al país y ha fracasado por completo.
Tiene que renunciar Carstens porque no tiene capacidad, aprendió en la corriente, en la escuela neoliberal, algunas fórmulas, formas, para justificar el pillaje en beneficio de unos cuantos, a costa del sufrimiento de la gente.
Y todo esto ya fracasó, está demostrado que ese modelo no funciona y él no sabe de otra cosa y, como aquí lo explico, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas.
Tiene que mandarse un mensaje claro a toda la sociedad, al pueblo, inclusive tiene que haber un mensaje de confianza a inversionistas.
La economía tiene dos principios básicos: Una ley, que es la de la oferta y la demanda, y un principio fundamental, que tiene que ver con la confianza.
¿Ustedes creen que como está la situación del país, no todo el pueblo, porque nosotros, la mayoría, ya sabemos que estos son empleados de los potentados y no les tenemos ninguna confianza, pero inclusive los propios inversionistas creen que les pueden tener confianza en el manejo de la economía, a Carstens?
Lo estamos viendo. Si no pueden detener la devaluación del peso. Hoy llegó a estar en 14.70 el peso con relación al dólar y no parece detenerse esta devaluación, si no hay un mensaje claro de confianza a los inversionistas, no vamos a lograr que haya estabilidad económica y financiera en el país.
Se van a terminar las reservas, porque diariamente le tienen que estar inyectando recursos, para supuestamente estabilizar la paridad peso-dólar y no lo han conseguido y no lo van a lograr, porque no se trata nada más de un asunto económico o financiero.
Se trata de un asunto de confianza y, como no hay un mensaje claro del gobierno usurpador, pues predomina la especulación en el mercado y en todo el país.
Por eso es indispensable la renuncia de Carstens, por el bien del país.
No pasemos por alto que estamos ante una nueva realidad, ya no se puede estar aplicando la política que una y otra vez ha fracasado, los llamados paradigmas de la economía, del modelo neoliberal, se hicieron añicos y se requieren planteamientos nuevos, distintos, formular nuevas políticas.
Esta es una nueva realidad y se necesita, repito, una nueva política económica y una visión diferente para enfrentar la crisis. Es decir, repito, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas.
De modo que así terminamos este escrito:
Señoras y señores legisladores.
Tienen todavía la oportunidad de actuar a la altura de las circunstancias y reivindicarse como verdaderos representantes populares.
Estamos viviendo momentos decisivos y el Congreso está llamado a jugar un papel fundamental, porque como aquí se dijo, no hay capacidad en el que está usurpando la Presidencia de la República, no existe capacidad, no sólo no tiene autoridad moral, sino que se ha revelado como todo un inepto y, por encima de su incapacidad e ineptitud, nosotros tenemos que cuidar el interés general, tenemos que cuidar a México, tenemos que cuidar a nuestro país.
No queremos que se desmorone nuestra Patria, queremos salvar a México. Ese es el propósito principal de nuestro movimiento.
Por eso, el Congreso tiene que entrar al quite en estos momentos difíciles para la Nación y de ahí la propuesta que les quiero hacer.
Tenemos que reunirnos, como lo acordamos en el Zócalo, el próximo martes 17 de febrero, para protestar por cobros excesivos de luz. Va a haber una jornada nacional, ¿qué les parece si en el caso –y esta es la propuesta—del Distrito Federal, ese acto que tiene que ver con las tarifas altas de luz y cobros excesivos, lo hacemos para buscar la respuesta a este escrito, frente al Congreso?
Que en los estados se haga frente a las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad o las oficinas de Luz y Fuerza y nosotros lo hacemos frente al Congreso, para ir por la respuesta a este escrito y, desde luego, también ahí vamos a tratar el tema de los cobros excesivos de luz y vamos a seguir insistiendo en la disminución de las gasolinas, del diesel, del gas y en nuestros planteamientos.
¿Cómo ven?
Yo estoy seguro que si ahora, miren cuántos somos. Somos muchos, yo estoy seguro que el día 17 va a llegar mucha más gente, van a participar más ciudadanos.
Primero, sería a la misma hora, a las cinco de la tarde. ¿Les parece?
El martes a las cinco de la tarde. Vamos a estar a esta hora, porque muchos compañeros trabajan y para que puedan acompañarnos.
¿Les parece así? ¿Nos ayudan a invitar y a decirle a la gente que ahora lo vamos a hacer frente al Congreso, porque así lo ameritan las circunstancias?
¿Estamos de acuerdo? Levantemos la mano.
Nos vamos a encontrar de nuevo el martes 17, a las cinco de la tarde, en el Congreso, en la Cámara de Diputados. Ahí vamos a estar.
Voy a entregar este documento a diputados y senadores del Frente Amplio Progresista, para que mañana nos ayuden a distribuirlo entre otros legisladores, aunque ya formalmente enviamos este documento a los presidentes de las mesas directivas de las cámaras de diputados y de senadores y les pedimos, de manera respetuosa, hagan llegar esta carta a todos los legisladores.
De todas formas, vamos a entregar esta carta a los legisladores del Frente Amplio Progresista, para que ellos entreguen este documento a todos los legisladores, diputados y senadores, porque ante el vacío de poder que hay actualmente en el país, el Congreso está llamado a jugar un papel fundamental, para enfrentar la crisis y detener este proceso de decadencia, que nos está afectando a todos y que puede agravarse, si no se actúa de inmediato.
Me da mucho gusto estar con ustedes de nuevo. Nos sentimos muy fortalecidos, todos.
¿Verdad que nos sentimos muy bien? Porque va muy bien nuestro movimiento.
Y, como decía el presidente Juárez: Vamos a rescatar a México como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda.
Muchas gracias.
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