Ladillas - Los Estilitas
Ladillas
Los Estilitas
Por el Lic. Mefistófeles Satanás
Los estilitas eran un grupo de seguidores de la puta de Babilonia, por lo general enfermos mentales, que alcanzaron la santidad. Los estilitas (no, guey, no es “estilistas”) se encaramaban a un pilar y ahí vivían el resto de sus vidas, por lo general encuerados. Les juro por esta cruz que esto no es invento. Aviéntense un wikazo y verán que digo la neta.
San Simón (Simeón) el Estilita el Viejo (388-459) – San Simón era tan tocadiscos que lo sacaron a patadas de su monasterio. Se fue a refugiar arriba de una roca y ahí vivía encuerado de lo que le cayera, bebiendo agua de lluvia, sin irse de la roca. Ahí defecaba, dormía, comía (cuando comía), y se meaba. Por supuesto, tanta “santidad” atrajo fanáticos que le empezaron a llevar de comer y lo consultaban. Después de todo, un fulano encuerado que vive encima de una roca es la persona mas capacitada para aconsejarlo a uno en asuntos de importancia, ¿no creen?
Pronto se fue formando una montaña de estiércol alrededor de la piedrota, lo cual probablemente incremento su olor a santidad. El caso es que a San Simón ya le caía de la chingada que sus admiradores lo estuvieran interrumpiendo a cada hora mientras se dedicaba a contemplarse el ombligo y oprimirse los barros del escroto. Así pues, en el año 423 (Anno Domini) construyó un pilar como de tres metros de altura y de dos metros de diámetro y se encaramo en él. Ahí el santo juro quedarse el resto de su vida.
San Simón siguió añadiéndole a su pilar, algo ansina como los que compran block y poco a poco van haciendo su jacal. Eventualmente alcanzo una altura de unos veinte metros. Los devotos que lo quisieran consultar tenían que usar una escalera y mas de uno se rompió la jeta subiendo. San Simón vivió en lo alto de su columna otros treinta años. Obviamente, la idea se hizo rete popular (¿a poco no se le antoja, querido lector?) y pronto San Simón tuvo imitadores.
San Simón el Estilita el Joven (517-592) – Conocido como San Simón el Chavo, este fulano subió a su pilar a la edad de los siete años y vivió ahí por 68 años. Pronto otros quisieron imitarlos y se formo una comunidad de locos que construyeron pilares alrededor de San Simón el Chavo, el cual fue ordenado sacerdote y celebraba la misa desde arriba de su pilar. Los fieles que querían recibir la hostia de él tenían que usar la consabida escalera a riesgo de romperse la jeta.
San Simón el Estilita
San Alipio – Otro estilita del cual poco se sabe. Aparentemente estuvo de pie por 53 años encima de su pilar con los brazos abiertos en cruz. Como los caballos, dormía parado. Eventualmente, no pudo seguir estando en pie y al tratar de acostarse en la pequeña superficie se cayó y se rompió la jeta y murió. (Amen.)
San Daniel el Estilita – Este santo trato de introducir algo de comodidad a la carrera de estilita pues construyo dos pilares. Estos estaban unidos por un puente y había rieles para su seguridad y un pequeño tapanco para protegerse del sol. No, en ese tiempo no había cable ni internet. San Daniel fue ordenado sacerdote y desde allá arriba daba la misa y repartía la comunión al que arriesgaba la mendiga escalera esa. Al morir lo bajaron y lo enterraron al pie de uno de los pilares, aunque no se sabe de cual.
Y al momento de escribir estas letras, yo el chamuco, he tenido una revelación, igual que la que tuvo el divino San Juan en Patmos. Verán, el estilistismo (recontra sic) puede ser una salida para el desempleo de los mexicanos. La puta de Babilonia debe propagar estos ejemplos y conminar a los infelices desempleados que pululan en México a que se suban a un pilar. Esto tendría múltiples beneficios. Por principio, el ofrecer chambas de estilita ayudaría abatir, como dije, el desempleo. No dudo que el Programa Nacional de Estilistismo (recontra puta sic, chingaos) será de las medidas “contra cíclicas” que el enano ofrecerá contra la crisis.
Segundo, también podría servir de estimulo fiscal a empresas como CEMEX, la cual proporcionaría el cemento para los pilares. Ya me imagino que en el IFAI se adjudicaría –directamente—el contrato por varios miles de millones de pesos para la construcción de pilares como parte del programa para abatir la crisis. No me den, ¡pónganme donde hay!
Tercero, como mencione por lo general se forma una montañita de estiércol junto a estilita pues él (o ella) hace sus necesidades allá arriba y avienta las heces al vació. Como ya el enano cerró la ultima planta de fertilizantes que tenia PEMEX entonces un bosque de estilitas (seguro hay bastantes desempleados que estarían dispuestos a entrarle) podrían suplir las necesidades de fertilizantes del cada vez mas jodido agro mexicano.
Cuarto, con suficiente cobertura de la inauguración de un nuevo “complejo de estilitas” a cargo de Taravisa y Tele Manteca, se podría fomentar el turismo religioso. Miren, el morbo vende. Naiden va a querer ir a ver un puto monumento a los terroristas cristeros. Pero si vas a ver donde está un cabrón encuerado encima de un pilar y chance lo captas cuando se cae y se rompe la jeta podrías subir el video a YouTube.
Quinto, suficientes estilitas encuerados encima de sus pilares, tal vez cagando, podrían usarse para una foto medio surrealista a cargo de Tunick.
Sexto, ¡un conjunto de estilitas en la calzada de los muertos seria magnifico complemento al espectáculo de luz y sonido en Teotihuacan del gachupín de Maria y Campos y del Yimi Neutron! Para que no desvaríen, en lugar de ser columnas griegas, que sean atlantes como los de Tula.
Así pues, joven, señorita, si usted siente que Dios le llama y no se marea con facilidad, vaya y pregúntele a su pagrecito si le ayuda a meterse a estilita. Chance hasta don Laurencio Ceviche dona dinero para el cemento y le dan un lugarcito en el atrio de la parroquia para erigir su pilarcito. Cierto, hay ciertas sugerencia falicas en esto de encaramarse encuerado en un pilar. ¡Pero no sea mamón y mal pensado! Como dijo Freud, a veces un puro es solo un puro.
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